El pensamiento me lleva
mordiendo ya unos días. Nydia Elena lleva días con náuseas, moodswings[1]
y un hambre voraz por combinaciones de comidas que solo se le ocurrirían a un
chef vanguardista. No creo que haya que ser genio para saber lo que eso
significa.
El tráfico está bastante
leve, especialmente a esta hora un viernes. No tenemos que comenzar a tocar
hasta las 7:00pm, pero Luis quiere comenzar a practicar un rato antes. Dice que
asistirán algunas amistades suyas conectadas con gente importante de la
industria musical. A mí me conviene por muchas razones, comenzando con el
dinero extra. Tengo el presentimiento de que lo voy a necesitar pronto.
Me toca un
estacionamiento cercano a la salida. La estación está bastante vacía. Saco mi celular
y verifico la fecha en el calendario, pero no encuentro nada que explique la
situación. Recuerdo que T-Mobile es una telefónica americana, así que googleo[2]
«días libres puerto rico» y en efecto es día libre local. ¿Por qué entonces
Nydia me dijo que se iba temprano a la universidad? La universidad va a estar
cerrada hoy. La llamo, pero no contesta. Debe haberse olvidado como yo. Le
texteo[3]
«amor, se te ha olvidado que hoy es libre. disfruta tu día guapa. te amo».
Avisan por el altavoz
que el tren está a punto de salir. Corro un poco desde la escalera hasta el
último vagón, aunque el tren tarda unos cuantos minutos más en salir, lo que me
hace sentir medio tonto. Sonrío. Tomo uno de los asientos que queda de espaldas
a una ventana. Antes de cerrar las puertas, entra una pareja agarrada de manos.
Una de ellas se ve varonil, parece más un chico adolescente que una chica, pelo
negro corto, camiseta de anime
japonés, jeans[4]
anchos aguantados por una correa que carga balas falsas y unas ADIDAS rojas. La
otra, toda una hipster[5],
lipstick rojo, espejuelos de pasta sin
aumento tipo Ray Ban, tatuajes pinup[6],
una blusa semitransparente negra con carabelas impresas, cortos bien cortos de
cintura alta, medias negras a medio muslo y botines. Parecen recién enamoradas,
el besuqueo es algo teatral. Se sientan a mi derecha, en la fila perpendicular
a la mía, de forma que quedo justo a sus espaldas.
El tren arranca. Por el
mapa cercano a las puertas veo que serán unas cuantas paradas hasta la
estación de Sagrado Corazón. La de pelo corto le echa el brazo a la otra
tropezando con mi hombro.
―Perdone caballero.
Me da gracia que me llame así. Debo llevarle a penas diez
años, lo mismo que le llevo a Nydia.
―No te ocupes.
La chica sonríe en señal de paz.
El show de afectos dura varias estaciones. Hasta que la chica de los jeans pregunta:
―¿Hablaste con tu novio?
―¿De qué?
―¿De lo que hablamos
ayer?
―…Todavía.
―¿Por qué? Habíamos quedado
en que se lo dirías esta mañana.
―Sí mi amor, pero no es
tan fácil como lo pones.
La otra le quita el brazo del hombro y se acomoda en el asiento
para mirarla de frente.
―Melanie, esto lo
hablamos por un rato ayer.
―Lo sé, pero…
―Chica, hasta hablamos
de cómo y cuándo se lo ibas a decir.
―Lo sé amor, pero…
―¡Por dios! ¿Tan cobarde
eres?
―Mira Julie, a mí no me
vengas a tratar así.
Melanie se acomoda de un tirón y gira su mirada al
paisaje urbano de la ventana.
―…No te
pongas así… Mela, por favor, habla conmigo.
Julie la agarra del brazo, trata de girarla en su
dirección y le insiste:
―Please, habla conmigo. Esto no se va a resolver solo.
―Lo sé
Jules, pero ¿tú sabes lo complicado que va a ser explicarle todo esto a Pedro?
―¡Ugh! ¿Qué importa? Si
ese tipo te trata como mierda.
―Chica, lo sé, pero como
quiera. Son par de cosas de sopetón. No quiero ser tan cabrona.
―¡Ay, Mela, por favor! Cualquiera
diría que no te estás paseando conmigo a plena luz del día sin ninguna
vergüenza
―¡No es lo mismo! Él
piensa que tú eres mi mejor amiga.
―Y lo soy.
―Sí, pero no te hagas la
pendeja. Tú sabes a lo que me refiero.
Parece que Julie recapacitó, pues se detuvo un momento,
se acercó, puso una pequeña sonrisa y le dijo:
―Ok mi vida. Entiendo,
pero ¿podemos al menos llegar a un punto medio?
―A ver…
―¿Qué tal si solo le
dices que estás embarazada y comienzas por ahí? No tienes que espepitárselo
todo de un cantazo.
―¿Y si de momento le da
por ser padre, o peor, le da porque quiere casarse conmigo?
―¡Ja! Con lo hijo de
puta y callejero que es ese cabrón. ¡Bah! Te apuesto que antes de eso se larga
del país.
―Ok. Puede que en eso
tengas razón.
―Además, seguro eso es
lo que hace. Cuando le digas lo del embarazo y luego lo único que tendrás que
decirle es que no se tiene que preocupar, que tú te harás cargo.
―Pero, ¡yo no voy a
abortar!
―Lo sé mi vida, pero
deja que él lo interprete a su manera. No necesitamos nada de él para criar el
bebé nosotras mismas.
―¡Ugh!
―Ya verás, será mucho
más fácil de lo que piensas. Además, yo siempre los trataré con todo el amor
que siempre te he demostrado.
A Melanie se le aguaron los ojos. Abrazó a Julie se echó
a llorar en su hombro. Con un sonido amortiguado por el abrazo le dice:
―Te amo Jules.
―Yo también te amo bebé.
La lluvia de besos y afectos no se hizo esperar.
El altoparlante del tren
anuncia la estación de Sagrado Corazón. Me seco la humedad de mis ojos, me
levanto y me quedo aguantado del tubo que está justo al lado de las puertas
esperando a que el tren de detenga para poder bajarme.
Al salir del tren me
siento liviano y puedo notar una leve mueca sonriente en mi cara. Llamé a
Nydia, pero no contestó.
Al llegar a casa, busqué
a mi novia. Estaba tirada en nuestra cama. Me acerqué despacio por el lado de
la cama que estaba vacío, la abracé, me pegué a su oído y le dije «yo te amo, vamos
a tenerlo, que se joda». Nydia viró su cabeza, me miró de reojo y comenzó un
llanto desconsolado que duró una eternidad. Yo solo la abracé.
[2] Googleo: de «googlear», término inventado para
referirse a la acción de buscar información en la internet a través del
buscador Google.
[3] Texteo: de «textear», término inventado para
referirse a la acción de enviar un mensaje de texto por teléfono móvil
(celular).
[4] Jeans: pantalón de tela de mezclilla. En
España se le refiere como «vaqueros», en Puerto Rico como «mahones».
[5] Hipster: se usa para referirse a un grupo con
cualidades comunes pertinentes al final de los 00s y 10s. Otros ejemplos de
términos parecidos: hippies, punk,
rockero, metalero, alternative, grunge, greaser.
[6] Pinup: hace referencia a un tipo de pintura y
fotografía erótica de la décadas ´50 y ’60. Un pintor reconocido de pinup lo es Gil Elvgren.